miércoles, 30 de abril de 2008

Los colores del fútbol


No sé en virtud de qué demonios se diseñan las segundas equipaciones de los equipos de fútbol (las primeras, por historia y tradición ya no hay quien las arregle), pero desde luego entre los criterios no está que ayuden al equipo a jugar.
En el partido de Champions contra el Manchester, el Barça perdió por muchas otras cosas, pero su equipación verde-azulada ¡parecía de camuflaje en el campo!
El fútbol es un deporte rápido, que muchas veces se juega más por intuición que por reflexión. Y si tu equipo tiene un color que destaca sobre el campo y el fondo de las gradas, siempre tienes la referencia de por dónde andan tus compañeros aunque estés concentrado en la pelota: sin mirarlos, los estás viendo. Cualquiera que haya jugado un par de partidos lo sabe: vestir de un color llamativo es una ventaja. Siempre.
Lo que ya dudo bastante es que los diseñadores de la ropa deportiva lo sepan, o que hayan jugado a algo alguna vez en su vida. Y los que está claro que no tienen ni idea del asunto son los presidentes que aceptan esos diseños y colores, ¿jugaban a algo de pequeños en el recreo? Claramente no.
Una muestra de todo esto fue el balón que presentó Nike hace unas temporadas para jugar los partidos del calendario de invierno en la liga: Amarillo. Vamos a ver, las únicas razones meteorológicas para cambiar un balón de color son la niebla y la nieve, y siempre se ha cogido el color que más destaca: un rojo abutanado casi fosforito. De repente Nike (marca advenediza en esto del fútbol, por cierto) nos coloca el amarillo con la línea azul y los dirigentes de la liga se tragan la rueda de molino enterita, sin mascar. Al único que vi decir algo en contra de aquel balón fue al portero Molina, que explicó que sobre el verde del campo, el amarillo y azul (primarios del verde además) no destacan mucho, y que en condiciones de poca luz como en invierno, lo que más se ve sobre el verde sigue siendo el blanco, porque sino las líneas del campo se pintarían de amarillo. Más clarito, agua ¿no?
La misma cagada la había hecho algún año antes Adidas con el balón gris de la Eurocopa de Portugal, el feísimo Roteiro. Contra ese sí que hubo más protestas, pero claro, de los medios deportivos internacionales, porque los españoles...
Contra el balón amarillo de Nike apenas se dijo nada, los periodistas deportivos en España (en este país, mera prensa rosa) apenas se hicieron eco de las declaraciones de Molina siquiera. Estarían ocupados en lo de siempre: comentando el último peinado de Beckham o el próximo modelo de botas de Ronaldinho.
A lo que iba, que no debería ser tan complicado hacer una camiseta de fútbol en condiciones.

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