jueves, 28 de febrero de 2008

Que recicle su puta madre


Puedo estar un poco desinformado a día de hoy, pero como dudo infinito que la situación haya cambiado nada en los últimos 5 años, explico mi experiencia con algo tan generalizado como el reciclaje de papel.
Hace esos años, realicé una visita una de las más importantes fábricas de papel de España. Recién construida, nuevecita, con todas las bendiciones y subvenciones de la UE, y el más avanzado programa de reciclaje de papel del país.
Bueno, lo primero que llama la atención es un vertedero ingente (pero auténticamente bestial) de montañas de papel recogido para reciclar. Luego vemos que de la fábrica salen miles de metros cuadrados de papel “ecológico” al día. Pero, mira tú, la cadena de entrada de papel reciclado es una banda transportadora, lenta, que pasa por entre 10 (sí, sólo 10) señoras que tienen que escoger manualmente (sí, manualmente) todo aquello que no puede entrar en las tolvas de papel (gusanillos de alambre, cartones de hueveras, plásticos... basurilla general que se cuela en los contenedores de papel).
De ahí, se deduce una pregunta primaria, ¿es esta la primera fábrica del planeta que produce más de lo que gasta? Evidentemente no, lo que hay es más entradas de materia prima de otro tipo.
Pero veamos lo que responde el director de la planta: Que es normal, que la selección del papel para reciclar sólo puede ser manual, y que claro, eso es carísimo, con lo que el papel reciclado de verdad resulta carísimo. Entonces nuestra flamante fábrica lo que hace es incluir esa ínfima y testimonial parte de papel para reciclar en las tolvas (el justito para trincar subvenciones y decir que reciclan papel), y para el resto (más del 90%) se abastecen de celulosa normal proveniente de árboles. Lo que hacen es no incluir lejías, detergentes ni blanqueantes para sacar un papel tostadito, con apariencia “natural”, y que no pueden etiquetar como Reciclado, y que entonces etiquetan como “Ecológico”. O sea, camuflaje ecológico.
La siguiente pregunta es que porqué no se dice públicamente que, de todo el papel que se recoge para reciclar en este país, se recicla sólo un ínfimo porcentaje.
Y la respuesta es que qué le vamos a hacer, que se trata de que la población (las masas, el populacho, la chusma...) se acostumbre a reciclar “para cuando en un futuro se den las condiciones que permitan reciclar de manera efectiva”. Tócate los cojones.
Prepotencia, falta de respeto, estafa, mentira, trampa... Despotismo subvencionado, que es infinitamente peor que el ilustrado, claro.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Vuelve al ataque la prima tocapelotas. Tienes razón… y no. La solución está en las tres “R” (reducción, reutilización y reciclaje) no en una.
Primera norma básica y, que de tan obvia, resulta estúpido tener que recordarla siquiera. Si no produces basura, ni la tienes que reciclar, ni quemar, ni ná.
Segunda norma básica y, también, bastante obvia. Si reutilizas las cosas, no digo ya veinte veces, sino tan sólo una segunda vez, reduces la basura a la mitad. Matemáticas de primaria, vaya.
Tercera norma básica. Si has producido basura (porque no ha quedado más remedio) y no has podido reutilizarla (porque no es viable o porque ya la has reutilizado hasta el límite), sólo queda tirarla. Pero entre tirarla a una montaña de mierda infinita y reciclarla (cuando sea posible) para que la montaña de mierda no engulla el planeta, hay cierta diferencia.
Hablo desde un país “emergente”, “en vías de desarrollo” y todas esas cosas bonitas. Nos inunda la mierda. Rebosa por todas partes. No sólo es fea y huele mal. En la mierda viven bichos tan poco simpáticos como las ratas (que a parte del asquete que dan, transmiten enfermedades mortales). La basura no es cosa de los basureros. Porque la propiedad fundamental de los gases es que se expanden. Porque las radiaciones no entienden de clases. Porque los bichos no entienden de estatus social.
Y para ver ejemplos de cómo la mierda es un boomerang que, cuando menos te lo esperas, vuelve y te arrea en el coco, tampoco hay que irse tan lejos. Los napolitanos ya se están comiendo la mierda que no pueden quitarse de encima... y el Occidente solidario les ha dicho que… se vayan a la mierda.
Las cosas no cambian si nadie mueve un dedo. Mientras no se separen las basuras adecuadamente y haya que trillar el papel (y quien dice papel dice vidrio, plásticos, latas, aceites…) el proceso será tan caro y tan poco rentable que ningún empresario invertirá en ello, ni se lo tomará en serio.
Aunque parezca que no, esa ínfima parte de papel reciclado ya son unos cuantos árboles menos que se talan. Vamos, que cierta baronesa se encadenó a un árbol por mucho menos… Y, aunque parezca que no, esas lejías que no usan para que el papel quede tostado, también son un avance. Pequeño, pero avance.
Y ahora llegamos a la práctica. Seré todo lo ñoña que queráis, pero estoy bien orgullosa de mi granito de arena cuando voy al supermercado con mi mochila, para evitar las bolsas de plástico. Cuando utilizo pilas recargables. Cuando leo el periódico en Internet. Cuando evito las frutas y verduras empaquetadas en bandejas de plástico, en bolsitas de nylon y otras chorradas innecesarias. Cuando me lavo los dientes con un vaso de agua, en vez dejar el grifo abierto. Cuando apago las luces. Cuando voy en autobús…
Sé que no voy a salvar al mundo yo solita, pero también sé que le ahorro al planeta unos cuantos litros de agua al día, unos cuantos kilos de plástico, unos cuanto kilowatios (y otro tanto de CO2)… Y sigo siendo igual de pija y mi calidad de vida sigue siendo exactamente igual.

Gladius dijo...

Si reduces, consumes menos, otros venden menos, tienen menos dinero para comprar cosas que otros habrían vendido... y así sucesivamente. O sea crisis. Crisis que afectará sobre todo a los que menos tienen. Venga, adelante.
Si reutilizas, más de lo mismo: copiar aquí la cadena de arriba.
Si reciclas (en el caso del papel, por poner ejemplo), se cortan menos árboles (que recuerdo que son recursos renovables), los que los plantan para venderlos dejan de plantarlos: desertización.
Ecología, naturaleza... no empiezan por erre. Lo siento prima, pero las tres erres famosas no son más que una: retraso.