miércoles, 17 de junio de 2009

Mi castillo


Algún día tendré una casa. Sé seguro que no será un piso en una ciudad, sino una casa como Dios manda. Una casa entera. Con tierra alrededor. Una hacienda, una finca, un cortijo, un solar... No se puede morir uno sin tener tierra en propiedad, es antinatural. Hay que ser hacendado en algún momento de la vida, pero no basta con tener la propiedad; hay que vivir en ella, hacerla tuya de verdad.

No creo que ningún hombre que se precie de serlo, pueda llevarme la contraria en esto, a no ser que tenga preparada una alternativa como convertirse en pirata, mercenario, contrabandista o algo así de compatible y respetable.
Bueno, el caso es que hay maneras y maneras de tener esa casa. La gente tiene y se hace casas de cualquier manera. Como si no tuviesen importancia. Como si el lugar que va a ser tu hogar no merezca el respeto y el reconocimiento de las gentes. Es tenerse en muy poca cosa no dar importancia al lugar donde has decidido echar raíces.

Y la historia es que en un reciente viaje a Malta, asistí deslumbrado al verdadero espíritu de lo que deseo explicar y que ilustro pobremente con un par de fotos. Un porcentaje altísimo de casas en esa isla, acosada durante siglos por toda clase de enemigos, seguramente abocada a hacer constante manifestación de su individualidad, rebeldía, orgullo y tenacidad, tienen como remate de sus fachadas un gran mástil para colocar una bandera. Un mástil que apuntalan espectacularmente con un espolón en forma de lanza que sale de la pared.

Eso es hacer bien las cosas, sí señor. Ese mástil es un canto a la propia autoafirmación bien entendida, una declaración de principios, un proclamar ese sentimiento tan primario como esencial que nos pide dejar bien claro que: aquí es donde vivo, esta es mi casa, aquí residen mis principios, mi familia, todo lo que soy y aquello por lo que soy respetado: Es mi sitio.
Y hasta da igual que sea una casa en medio de una finca, o una casa en un pueblo o en la ciudad, lo importante es que tu casa tenga un mástil en el que izar todos los días tu ausencia de complejos y tu rebeldía ante esa sociedad de chusma anónima. ¿Es que no es evidente, por favor?

Yo lo pondré. Uno bien alto. Y además del mástil con sus correspondientes lanzas en los balcones, su espolón en la fachada y su bandera ondeando, he pensado que añadiré una campana para mi uso y disfrute cuando me dé la real gana. Y si me apuran, un cañón para las salvas... o para lo que se tercie.

Porque sí, yo soy alguien. Y sí: yo soy así.

viernes, 12 de junio de 2009

Tu destino no es mejorar en todo, idiota


Es muy típico arrepentirse de decisiones tomadas en el pasado que acaban metiéndose en el saco de los errores de una vida. Bueno, cada uno se tortura como quiere, no me meto con eso, pero lo que me parece de una prepotencia inconcebible es la que casi siempre es la actitud inmediata: “Ahora lo habría hecho mejor”. ¿Cómo puede uno atreverse a decir eso?

Cuando tomaste aquella decisión, sabías perfectamente lo que hacías, estabas sumergido en la situación, y además, puede que incluso antes fueras más inteligente que ahora. Pero sobre todo, es que el resultado de una decisión no tiene nada que ver con lo bien tomada que haya estado en su momento. Las personas cambian y no siempre para bien, y alguien que piensa que ahora es más clarividente, lista, espabilada y sabia que ella misma en el pasado, es más que sospechosa de no conocerse bien.

¿O es que acaso no sabemos de muchos que anteriormente eran mejores que ahora? ¿es que tú no puedes ser uno de ellos? ¿es que con más edad no se pueden cometer mayores burradas que con menos...?

La gente se valora muy poco en el pasado y mucho en el presente, porque la gente en realidad, es muy tonta ahora mismo.

miércoles, 10 de junio de 2009

Un arma de honor


Se trata de contribuir a desfacer un entuerto histórico, la ocupación marroquí del Territorio del Sahara, del que en parte España es responsable, y de conseguir de repente que la dictatorial monarquía alahuita empiece a atarse los machos con sus asuntos internos y externos. Y qué coño, de paso devolverle unas cuantas a un mal vecino taimado al que no debemos más que disgustos.

El procedimiento que propongo no les es nada extraño a los países musulmanes: es el mismo que llevan décadas utilizando con Hamás, Hizbolá o tantos otros frente a Israel y aquellos países donde hay guerra santa: Dices a todo el mundo que das dinero con fines humanitarios y te dedicas a forrar de pasta a un grupo terrorista sin controlar en qué la gasta.

Bien, pues nuestro arma de honor sería el Frente Polisario, con la salvedad moral fundamental de que no se trata de terroristas, sino de un ejército regular que además es el gobierno del Sahara Occidental en el exilio (y en la parte del Sahara que conservan), está reconocido por la ONU y es cofundador de la Organización de Estados Africanos.

Bueno, al caso: de lo que se trata es de darle dinero a espuertas al Frente Polisario y de que lo emplee en lo que le dé la real gana:

En nada bueno para Marruecos.
En armarse hasta los dientes.
En luchar en condiciones más aceptables por su independencia.
En defender por las armas todas las resoluciones de la ONU que un país dictatorial como Marruecos se pasa por debajo de la chilaba.
En montar un cirio allí del que descojonarnos aquí.
En que Marruecos empiece a recibir el trato que merece.
En hacerse fuertes para hacerse oír internacionalmente.
En devolver su lucha a las portadas de los periódicos.
Y de paso, en mejorar algo las condiciones de vida de su población en los campamentos de refugiados.

Y quién sabe si Argelia no acaba echándoles una mano también.
Y quién sabe si acabarán consiguiendo la independencia del Sahara.
Y quién sabe si en España acabaremos teniendo un estado aliado en el Norte de África.
Y quién sabe si Marruecos acabará en una interesante pinza entre España, El Sahara y Argelia.
Y quién sabe si la crisis bélica y territorial acaba democratizando Marruecos y deponiendo a su dinastía dictatorial.
Y quién sabe si Francia se quedaba fuera de juego y a verlas venir por una puta vez.
Y quién sabe si la España de ZP podría apuntarse como suyo el tanto de solucionar una de las mayores cagadas del Franquismo (y de nuestro Rey).
Y quién sabe si se lograría derribar un “muro de la vergüenza” mucho más largo y más cercano a nosotros que el de Palestina.

El problema es que el principal aliado histórico de Marruecos en el mundo occidental es Estados Unidos. Y claro, ese insalvable de la era Bush, que como sabemos era más o menos expeditivo cuando le tocaban la política exterior, ahora con Obama “manos blandas” es otra cosa: un nené que se la coge con papel de fumar y que se cuida muy mucho de mantenerse en la equidistancia equilibrista entre Israel y Hamás, no puede ser un problema en este caso ¿no?

O sea que España podría aprovechar la indecisión americana actual, el hecho de tener una “sintonía especial” con Obama (eso dicen ¿no?), el que seguimos siendo miembros de la OTAN y el que, a fin de cuentas, la causa del Frente Polisario la apoyan un buen puñado de resoluciones de la ONU (las mismas que condenan a Marruecos por el tema), para ejercitar un poco su responsabilidad, su saber hacer, sacar un poquito la garra a pasear y echar una mano a quienes tanto debemos desde hace tiempo y que están exiliados entre piedras y arena, muriéndose a diario de tedio, pobreza y falta de futuro en el lado extranjero de la frontera de su país, ocupado, saqueado y sembrado de minas impunemente por una dinastía de tiranos.

Y de paso, la población marroquí podría pescar en río revuelto y derrocar al moro coronado ese que va a hacer las mismas que el criminal de su padre y alguna más. Padre, por cierto, al que nuestra católica majestad trataba públicamente de “hermano” sin que nadie en esta mierda de país se le echara encima para decirle un “¡por qué no te callas!” como Dios manda.

Pero es que la falta de imaginación y de decisión en el panorama político español, desde la A, hasta la Z, y una clamorosa falta de moral y de principios en política exterior nos mantiene en una inoperancia indecente en este tema desde hace décadas, y sin narices para jugar las pocas cartas que tenemos.

La verdad es que no sé si tendría éxito esto, pero no me importa: todo me pide probarlo y darle una buena patada al avispero. Lo que desde luego tengo claro es que seguir sin hacer nada no es opción.



PD: Por favor, échenle un ojo a la imagen del mapa explicativo del conflicto, porque duele de tan clarito y escandaloso que es.

martes, 9 de junio de 2009

Cristóbal Colón, el soltero...


¿Podría Cristobal Colón haber descubierto América estando casado?
La respuesta me la ha ofrecido mi amiga Mónica, en un documento que no puedo por menos que compartir:

Si Cristóbal Colón hubiese tenido esposa, habría tenido que oír:
- ¿Y por qué tienes que ir tú?
- ¿Y por qué no mandan a otro? ¿Tú es que eres el más tonto, verdad?
- ¡Todo lo ves redondo! ¿Estás loco o eres idiota?
- ¡No conoces ni a mi familia y te vas a descubrir un nuevo mundo!
- ¿Qué escondes? ¡Si ni siquiera sabes adónde vas!
- ¿Y sólo van a viajar hombres? ¿Quieres que me lo crea?
- ¿Y por qué no puedo ir yo si tú eres el jefe? ... ¡A mí nunca me llevas de viaje!
- ¡Desgraciado! ¡ya no sabes qué inventar para estar fuera de casa!
- ¡Si cruzas esa puerta yo me voy con mi madre! ¡Sinvergüenza!
- ¿Quién es esa tal María? ¿Qué Pinta? ¡¿Y qué dices de una Niña?! ... ¡Vete a la mierda! ¡Salido!
- ¡Todo lo tienes planeado maldito! Tu has quedado con esas putas indias. ¡A mí no me engañas!
- ¿Qué la Reina va a vender sus joyas para pagarte el viaje? ¿Crees que soy tonta o qué? ¡¿Qué tienes con esa vieja?!
- ¡No permitiré que vayas a ningún lado! ¡Siempre te las apañas para dejarme sola!
- ¡¿Y qué si el mundo sigue plano?! ¡No pasa nada!
- ¡No te vistas de marinero, que...!
- Sólo te digo una cosa: tú sabrás lo que haces...


Así las cosas, ¿álguien cree que el Almirante de la Mar Océana habría pasado a la Historia?

Esto, que circula como chiste, no lo es tanto. No quiero hacer una lista, pero el elenco de hombres relevantes en la historia casados con mujeres con entidad propia es únicamente testimonial. De hecho, en los matrimonios reales (los de los reyes), una de las cualidades que se les pide a los consortes es que pasen desapercibidos, que traguen con todo y que su vida y obras no ensombrezcan al rey. Miren el caso de la "buena profesional" que tenemos aquí, y el del figurín que se pasea al lado de la reina inglesa.
Porque tener una pareja con ideas propias, con un proyecto de vida claro y con personalidad para querer llevarlas a cabo, hace que o cambias tus prioridades, o las adaptas, o las acabas descafeinando... Y es complicado que la historia se entere de quién eres siquiera, teniendo semejante lastre encima.

O sea que la sentencia de que “detrás de un gran hombre siempre hay una gran mujer”, no se refería sino a una gran mujer según los cánones de la época en que fue acuñada la frase. O sea abnegada, sacrificada, comprensiva, dedicada a sus labores, sumisa, cuidadora de la casa y la prole y conocedora de todas las mañas de un buen florero. Eso es lo que hay.
Y además, ¿quién creéis que dijo esa frase por primera vez, una mujer o un hombre?

Pues eso, que si por mujeres fuese, en América todavía adorarían al Sol.

jueves, 4 de junio de 2009

Por un verano sin gentuza


Un cuerpo especial, unas patrullas de gente preparada, con una titulación en algún tipo de licenciatura que garantice una cierta cultura de modestia estética (arquitectos abstenerse) y musical.

Pues eso, que sólo se trataría de desfilar por las playas, chiringos, paseos marítimos y terrazas de verano de toda España para ir pasando revista y detectando a todos aquellos personajes que degradan el ambiente, ya sea por sus pintas, por sus modales, por sus familias de mierda, por sus putos retoños, por la selva de cachivaches con la que acosan al resto de la población, por sus mascotas, por la música que ponen, por el volumen de la misma, por su manera de hablar, de discutir, de gritar, de comer, de beber... etc.

Y una vez detectados, se levanta acta gráfica (o audiovisual si procede), se interpone la denuncia y el juez manda a la policía para que devuelva a ese capullo del infierno a su lugar de origen sin vacaciones. Y a toda su ralea con él si llega el caso. Lo de si además debería reincorporarse a su trabajo, o entrar a formar parte del pelotón de reconstructores forzosos de castillos (que también hay que organizar) durante lo que le quede de vacaciones, ya dependería de la gravedad de la infracción y del humor del juez.
Esto es importante: que sea todo legal, no perdamos la perspectiva.

Por cierto, si el delincuente (llamémoslos así a partir de ahora) es turista extranjero, cosa que sucederá sí o sí, se le reembarca en su avión y a su país bien empaquetado, con una buena multa para que el próximo año prefiera ir a contaminar con su presencia cualquier otro lado.
Que por mucho menos que eso nos dedicamos a repatriar a los inmigrantes ilegales, hombre.

Es una cuestión de higiene social en la época en la que más falta hace: en verano. Y en la época en la que más turistas nos visitan; pensad en la enorme tragedia que supone el hecho de que un altísimo porcentaje de los turistas sólo conozcan la versión chiringuitera, hortera y cutre de nuestro país. La cosa es grave.

De esta manera, lograríamos un ambiente mucho más selecto y satisfactorio en todas nuestras zonas costeras, el turismo iría paulatinamente elevando el nivel en sus formas y comportamientos, y nos ahorraríamos el terrible éxodo personal que supone, verano tras verano, tener que buscar las más recónditas y solitarias playas para disfrutar de unas más que merecidas vacaciones con un mínimo de dignidad.

Y démonos prisa en montarlo, por favor, que me veo el percal venir ¡que ya estamos en junio!

miércoles, 3 de junio de 2009

Chantaje emocional:


Vamos a revelar otra verdad universal. Así, de gratis, pa la galería: Cómo funciona y como termina esa maravilla del intelecto humano que es el chantaje emocional.

Hay mucha gente enganchada al asunto, y sobre todo es en el entorno chicho-chica donde se desenvuelven con mayor soltura. También sucede entre amigos, pero como el funcionamiento es casi el mismo (aunque algo menos trágico), no voy a entrar en ello. O sea que tenemos (por ejemplo) una chica que chantajea emocionalmente a su chico. No es tan difícil hacerse a la idea ¿no?

Bien, pues la principal característica de los silogismos del chantaje emocional es siempre la desproporción: “Si hoy sales con tus amigos, entonces es que no te importo”, “¿Por jugar al fútbol vas a dejar de venir al cine? está claro que no soy tu prioridad...” etcétera. Una desproporción que es la clave del chantaje porque hace que casi siempre funcione; es evidente que entre tomarse una copa más o seguir con alguien que quieres, probablemente la copa se quedará sin rematar...
Además, como siempre funciona, el chantajista no va a dejar de usarlo, claro. Es que sería de mu tontos abandonar una táctica que da semejantes resultados. Pero de lo que no se da cuenta, es de que el ir cediendo a esos chantajes va dejando pequeños posos de amargura y orgullo herido en el otro. Y ya he dicho que en el caso de los hombres, el orgullo no es un sentimiento más; ¡es el Poder de Greyskull!

Pues resulta que el alma pura y cándida de la pobre víctima del chantaje, a medida que va cediendo, se va colmando con esos posos oscuros, silenciosos y afilados... que no se notan, que apenas se perciben, pero que se acumulan y no se disuelven. E inevitablemente un día, ese día que siempre, siempre llega (esto es importante: SIEMPRE llega), cuando ya no hay sitio para más rencor acumulado, entonces la personalidad resurge y ante la disyuntiva de “si no nos vamos a casa ya es que no te importo”, llega la respuesta adecuada: “pues mira, tienes razón, no me importas, nada, ni siquiera lo que me importa esta última media hora de mierda en esta basura de sitio. Vete con alguien a quien le importes. Aire.”
Y se acabó. Para siempre.

Es que cae de cajón: si un idiota pone continuamente en juego su importancia, su valía, su amor, su persona... frente a tonterías, llega un momento en el que pierde todo eso, porque el otro acaba dándose cuenta de que la propia vida es más importante que una persona más o menos y entonces el chantajista ya no vale nada. Nada de nada, ni una copa más, ni media hora de tiempo, ni el ínfimo esfuerzo de decir sí...

Esa es la cara buena de ser víctima del chantaje emocional: que te permite deshacerte de lo que te sobra y ser feliz contigo mismo.

Y sí; son las pequeñas cosas y no las grandes personas las que llenan una vida feliz.

martes, 2 de junio de 2009

Canastos...


...sapistri, atiza, córcholis, recórcholis, repámpanos, rayos y centellas, placa, caramba, diantre, caracoles, chispas, diablos, pimba, demonios, olé, tate, quía, cáscaras, rediós, porras, caray, albricias, arre, zumba, demonios, arrea, aúpa, chapó, ñaca, chitón, bah, eureka, hurra, ale, chist, leñe, ojalá, tururú, puñetas, contra, recontra, truenos, bravo, zaca, demontre, zambomba, cielos, caraba, ostras, guau, cáspita, glup, crack, leches, puaj...

Hala...