jueves, 25 de septiembre de 2008
La guerra como solución urbanística
Tengo la panacea para resolver de una sola vez, todos los problemas urbanísticos de este país, del campo y la ciudad, del litoral y el interior... Todos.
Es simple pero eficaz: una nueva guerra civil.
Dejando aparte que una nueva contienda solucionaría muchos de los problemas políticos que tenemos durante, al menos, otros cuarenta años (o más, si la izquierda gana y consigue superar la marca de la derecha), lo bueno sería que permitiría a los combatientes de ambos bandos, ya que están, ir volando en pedazos y sin piedad toda la mierda de barrios mal diseñados de las ciudades, los edificios horribles, las casas feísimas, las construcciones antiestéticas, bloques residenciales... Y a la vez, podrían ir abriendo nuevas futuras zonas verdes, respetarían sólo lo inequívocamente bello y nos dejarían un país perfecto para iniciar una época de construcción racional, bella y armoniosa para la mitad de la población actual (la otra mitad, o al exilio o al paredón, lo siento, así son los daños colaterales): un auténtico paraíso.
Cualquier día, tiro la primera piedra a ver si hay suerte.
martes, 23 de septiembre de 2008
Puntos negros para peatones
Una más de marginación: la que sufren los peatones en todas las ciudades de este país. Más que nada porque casi nunca constituyen ninguna preocupación para administraciones o medios de comunicación.
Hay infinidad de estudios sobre movilidad ciudadana referidos casi exclusivamente a tráfico rodado, poquísimas iniciativas a favor de los peatones y, lo más desesperante, una cantidad increíble de puntos negros para los de a pie.
O sea: lugares en los que para andar 50 metros tienes que cruzar 3 calles y 3 pasos de peatones ¡teniendo que esperar en los 3!, sitios en los que los pasos de peatones no están en las esquinas sino que te tienes que desviar 20 metros para llegar a ellos, pasos de cebra que conducen a una mediana por la que tienes que andar otros 20 metros para cruzar la segunda parte de la calle (cuyo semáforo ya está en rojo, claro), paradas de autobús que están casi encima de pasos de cebra y que los autobuses bloquean cada 2 por 3 y esté el semáforo como esté...
Yo creo que voy a seguir unos añitos con la sana costumbre de saltarme los semáforos en rojo y cruzando por el medio de las calles.
lunes, 22 de septiembre de 2008
Televisiones panorámicas: la gente es muy boba
Esta es una de esas cosas que no puedo entender de ninguna manera. Me parece increíble una actitud así de unánime y duradera, y sin embargo tan increíblemente absurda. Y lo más sorprendente es que no hace falta ni medio dedo de frente para darse cuenta.
Resulta que salen los nuevos modelos de TV de pantalla panorámica (además de plana). Y a la vez se anuncia en todas las cadenas que pronto (sin fecha concreta) se empezará a emitir en panorámico para esas nuevos modelos. Esto sucedió hace ya más de un par de años. En este intervalo, casi toda España ha hecho un alucinante “plan renove” de televisiones y casi todo el mundo tiene ya en casa una TV plana con pantalla panorámica. Muchos además se han comprado las últimas de gran resolución.
Y claro, los que la tienen están encantados con “cómo se ve mi nueva tele”, “que grande es mi nueva tele”, “esto sí que es otra cosa”... Y los pocos que no la tienen, babeando por ellas.
El caso es que ninguna cadena emite aún en panorámico. ¡Ninguna! O sea que todo lo que se ve en los nuevos modelos panorámicos ¡se ve deformado!
Algunos recordarán aquellas películas que antiguamente emitían por TV para proyectar, y que en las televisiones los personajes se veían estirados porque comprimían el cinemascope. Bueno, pues esto es lo mismo, pero al revés.
Y no es algo esporádico, ¡todo el mundo la está viendo así! Pero ¿nadie tiene ojos o qué?
Así, se da la paradoja de que en este país, las únicas televisiones que se ven bien ¡son las antiguas!
Si se quieren ver bien las nuevas televisiones panorámicas, sólo hay que hacer algo que casi nadie hace: coger el mando y cambiar la configuración de pantalla a 4/3, renunciar a algunas pulgadas por cada lado y ¡ver a la gente como realmente es!
Es que ha llegado a un punto en el que casi todos creen ya que lo que ven está bien, y si les cambias en el momento la configuración de la pantalla, creen que el tamaño real está deformado porque ¡llevan años viéndolo mal!
Pero aún hay más, y esto afecta a los profesionales de la televisión (nuevamente, el panorama en este país es desalentador). Todas las cadenas usan pantallas panorámicas en muchos programas, y todas tienen las imágenes deformadas. ¡TODAS! Tanto que a veces enfocan una pantalla panorámica con una cámara, con lo que se suman los desfases y en casa la imagen se ve ¡doblemente deformada!
Consejo constructivo para los pocos que quedamos sin TV panorámica: no os la compréis hasta que las TV no empiecen a emitir en panorámico. Veréis bien la tele hasta entonces y, llegado el momento, os compraréis por el mismo dinero que ahora una más grande y con más resolución.
Aún así, teles cuadradas como la mía pueden configurar la pantalla para ver bien las emisiones panorámicas, así que hay más margen aún para cambiarla.
Juro que no entiendo como puede pasar esto. Me devuelve la fe en la manipulación mediática y me la quita en la humanidad: somos memos y nos merecemos el exterminio.
viernes, 19 de septiembre de 2008
¿Crisis? ¡Vuelta a la vida estudiantil!
Esto es una solución primaria, facilona (o sea buenísima) y para quien pueda aplicársela (soy consciente de que no será mucha gente).
Se trata de lo siguiente: Los ciclos de crisis suelen durar unos 4, 5 ó 6 años más o menos. A partir de entonces, suelen empezar de nuevo las vacas gordas.
Bien, pues se trata de lo siguiente: es el momento de hacer una carrera universitaria, de encadenar dos masters consecutivos, de irse a estudiar al extranjero, de realizar esa experiencia vital de “5 años a pie por los caminos tanzanos”, agarrarse a un par de becas exóticas, etc. O sea: actividades formativas de larga duración, 5 años para hacerse con un CV como Dios manda.
A la vuelta de esos nuevos 5 años maravillosos de nuestra vida, se habrá acabado la recesión, empezará otra vez la alegría financiera y cualquiera con esa formación extra tendrá ofertas de trabajo a punta pala.
Repito que es para quien pueda, pero también para los que ahora no encuentren trabajo o crean que necesitan algo así pero no encuentran tiempo o estén saliendo de la universidad y vean muy crudo el panorama. El saber que tienes 5 años de crédito a fondo perdido para disfrutar formándote en una balsa de tranquilidad entre tanta crisis, es un alivio ¿no?
Me encanta dar consejos que, por ahora, no necesito. ¡Viva la vida!
miércoles, 17 de septiembre de 2008
¿Éxito paralímpico? Ya será menos...
Estas últimas semanas, a medida que han ido cayendo las medallas en España, nuestra deficiente prensa deportiva se ha lanzado a los cielos para glorificar la actuación de los para-atletas españoles, y al final, resulta que el décimo puesto del medallero es un éxito considerable y mucho mejor actuación que la de nuestros olímpicos molientes y corrientes.
Bueno, la tragadera ha sido unánime y como hasta el día de hoy no he visto a nadie poner en duda el indiscutible triunfo del equipo paralímpico español, a mí me apetece hacerlo. Unos datos para empezar:
Estos son los números de las Olimpiadas:
Países participantes: 204
Pruebas realizadas: 302
Resultados de España: Puesto 14º. Medallas: 5 de oro, 10 de plata, 3 de bronce, 18 en total.
Y estos los números de las Paralimpiadas:
Países participantes: 145
Pruebas realizadas: 472
Resultados de España: Puesto 10º. Medallas: 15 de oro, 21 de plata, 22 de bronce, 58 en total.
Así que, si nos da por comparar tras habernos documentado un poco (ciencia ficción en el periodismo español), nos encontraremos con que España en las olimpiadas ha sido la 14ª entre 204, y en las paralimpiadas ha sido la 10ª entre 145. Al calcular, nos encontramos con el mismo porcentaje: 6,8 %. O sea que ni mejor ni peor: exactamente igual.
Si miramos el medallero (el otro dato que se ha dado), en las olimpiadas se han ganado 18 medallas en 302 pruebas, y en las paralimpiadas se han ganado 58 en 472. Al calcular el porcentaje de medallas, el resultado es algo más del doble a favor de los paralímpicos (5,9% y 12,2%). Pero este dato no es concluyente porque el medallero paralímpico lo encabezan de manera absoluta los países del primer mundo (salvo China) entre los que se encuentra España, y que concentran más promedio de medallas que en el medallero olímpico.
Por ejemplo, China olímpica: 100 medallas en 302 pruebas. China paralímpica: 211 medallas en 472. Promedio también muy favorable a los paralímpicos chinos: 33% y 44%.
Esto se explica porque los deportes paralímpicos son mucho más caros de practicar que los olímpicos, y en general los inválidos (discapacitados o impedidos, todo significa exactamente lo mismo) del tercer mundo apenas consiguen lo justo para comer, como para pensar en tener una silla de ruedas de última generación para entrenar los 200 metros. Repito que China es la excepción que se explica por ella misma.
Resumiendo, que muy bien todo, que lo importante es participar y que lo han hecho bien. Vale, genial. Pero no está nada claro que lo hayan hecho mejor que el equipo olímpico, si acaso igual.
Y en cualquier caso, ¿porqué demonios se ponen a comparar? ¿es que si los paralímpicos lo hubiesen hecho mucho peor se habrían atrevido a decirlo en los periódicos? ¿titularía El País (por ejemplo) “Ridículo del equipo nacional paralímpico”, como sí han hecho en otras ocasiones con otras selecciones?
No, claro que no. Porque los paralímpicos dan pena... ¿no?
A lo mejor para que los inválidos empiecen a disfrutar de igualdad, el primer paso sea eliminar la lástima y la condescendencia al tratarlos, ¡que compiten entre ellos!
Suscribirse a:
Entradas (Atom)