martes, 31 de mayo de 2011

Ellas y los hobbies


En la línea habitual de generalización maniqueísta de este blog (interrumpida por la anterior entrada), hoy vamos a abrir un nuevo capítulo de la guerra de sexos.

No tienen. Los hobbies, las aficiones, digo. No las tienen. Su manera de pasar el tiempo es con gente. Hablando. Compartiendo. Relacionándose. Socializándose.
Pero podrá decirme alguien: “Hombre, muchas chicas cuando rellenan el típico cuestionario de aficiones o el típico apartado de “Intereses” del currículum, ponen música, cine, leer, viajar...”
Bueno, sí, pero mienten. Mienten como mujeres lo que no son capaces de hacer como hombres.

No les gusta el cine, porque si fuera así podrían ir solas al cine, o alquilarían un día 3 películas para pasarse la tarde en el sofá sin nadie. No. Lo que les gusta es “IR al cine”, que no el cine. O “QUEDAR para ver pelis”, que no simplemente verlas.

Tampoco les gusta la música. Mentira. Lo que hacen es oír música mientras hacen otras cosas. Si les gustase investigarían en su gusto musical, se descargarían cosas nuevas para escuchar, irían a bucear entre discos, se traerían 6 ó 7 para oírlos durante toda una tarde en casa. No. Lo que hacen es trabajar con música, planchar con música, correr con música...

De leer ni hablamos, ¿no? Salvo revistas femeninas (o sea de anuncios de cosmética) o en el transporte público o en algún momento perdido para rellenar... nada. Mentira.

Sobre viajar... ¿alguna vez han visto una mujer viajando sola? Sí, yo también, creo que una y todavía lo sigo contando por ahí.

Y así de desolador es el ser femenino, la vida de la mujer, la realidad de la mitad de la población mundial.

Los hombres son diferentes: mantienen ese primigenio instinto por descubrir nuevas cosas, por dominar aquello que les interesa, por profundizar en todo aquello que nos ofrece el mundo. Por eso nos gustan los documentales, por eso nos interesan las cosas, los objetos, los hechos... de ahí nuestra increíble ventaja genética para la creatividad, la técnica, la ciencia... y por eso la civilización humana es como es y ha llegado al nivel de progreso al que ha llegado. Gracias a nosotros y a nuestros hobbies. Porque sí, nosotros somos así.

Por eso, mujer, cuando creas ver a un hombre haciendo lo que tú crees una gilipollez, antes de abrir la boca pregúntate si simplemente no será una genialidad que no alcanzas a entender.

Y sí, claro que hay excepciones entre las mujeres pero, para el blog que nos ocupa, son totalmente irrelevantes.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Tu madre siempre ha dicho tener el hobbie de mamar nabos. Ah, no, perdon! De plantar nabos! Que genialidad de mujer, una vieja gorda con un hobbie interesante!