miércoles, 14 de octubre de 2009

Académicos de pandereta


Obama Nobel de la Paz. Dos años después de Al Gore.
Vamos a ver si me entero de qué demonios va esto de los galardones mundiales... O sea que se juntan 4 amigos, tienen la idea de dar un premio a lo que sea, y sin encomendarse a nadie proclaman a tal o cual el mejor del planeta en lo que les brota. Por sus huevos.
Lo increíble es que ¡todo el mundo les hace caso! Pero, ¿quienes son los académicos que dan los Nobel para decir quién es el mejor en nada? ¿quién los ha subido a esa parra? ¿por qué merecen respeto alguno los premiados? ¿pero qué payasada es esa?

Una vez dijo Jesús Gil (más o menos, cito de memoria) sobre los directivos de la UEFA: “¿Pero quiénes son esos tíos? ¿quién los ha puesto ahí? ¿con qué derecho me van a sancionar a mí en mi casa? ¿qué han hecho para que les dejemos mandar sobre el fútbol europeo?”
Esta clarividencia que mostró mi presidente en esa ocasión, jamás la ha mostrado la prensa internacional para opinar sobre el COI, sobre la Academia Sueca, sobre el diario France Football (unos periodistas franceses dirimiendo quien es el mejor jugador del mundo de fútbol, jejeje, de coña), el jurado del Premio Planeta... y tantos otros cónclaves de listillos.

Visto lo visto, aquí de lo que se trata es de tener la idea, ser el primero en dar el premio y dotarlo económicamente. Y a correr; ya eres la puta autoridad mundial en el tema que sea: tú decides a quien encumbrar.

Tras profunda reflexión, concluyo que ser premio Nobel es a la historia de la humanidad, algo así como para la aristocracia ser Príncipe de Beckelar.

2 comentarios:

Ice dijo...

"Si seguimos por este camino... el día que se le ocurra hacerse un bocadillo a Obama en la cocina de la Casa Blanca... le van a dar tres estrellas Michelin".

Entremetidos dijo...

Yo propongo un nuevo galardón: Nobel de la moda! Y una/s candidatas: las hijas de Zapatero!