lunes, 20 de julio de 2009

En ocasiones, leo no-muertos:


“[...] En cierta ocasión, un veterano de la policía científica de Nápoles me explicaba cómo los killers de la Camorra imitan a los de las películas:

¡Hoy, después de Tarantino, ya no saben disparar como Dios manda! Ya no disparan con el cañón recto, lo tienen siempre inclinado hacia abajo. Disparan con la pistola torcida, como en las películas, y esa costumbre provoca desastres. Disparan al bajo vientre, a las ingles, a las piernas; hieren gravemente sin llegar a matar. Así, siempre se ven obligados a rematar a la víctima disparando en la nuca. Un charco de sangre gratuito, una barbarie del todo supérflua a efectos de la ejecución.

Las guardaespaldas de las mujeres boss visten como Uma Thurman en Kill Bill. [...]”

Fragmento de Gomorra, de Roberto Saviano.

3 comentarios:

stalkym dijo...

a qué se debe saltarse la norma?

Gladius dijo...

Es un trabajo periodístico, no es ficción.

stalkym dijo...

jeej cualquier excusa es buena no?