martes, 14 de julio de 2009

Procreación y civilización


No pueden ir de la mano. Imposible. Tener hijos tiene que ser forzosamente un signo de barbarie propia de una especie primitiva y en absoluto evolucionada. Y por ende, propio de individuos poco sofisticados y con una cosmovisión vital fuera de los parámetros de la evolución intelectual propia de una especie racional.

Y la mayor prueba de ello es que para un individuo con toda su vida satisfactoriamente solucionada, tener descendencia suele ser más un deber o una imposición social o cultural que una genuina necesidad personal. También puede haber algún tipo de tara de difícil definición, porque vamos a ver, ¿quién con una vida plena y satisfactoria puede decir que necesita la aparición de otros individuos, que lo van a hacer emocionalmente dependiente, que van a consumir gran parte de sus recursos, tiempo y habilidades? Es un absurdo.

Se me puede argumentar que si la evolución de una especie racional desemboca en el fin de la procreación, entonces firma su suicidio como especie. Bueno, y qué. También alcanzaría por fin la perfección en una generación al menos; la última. Sería un canto del cisne, pero canto al fin y al cabo. Yo ya he llegado tarde para considerarme parte de ella (muchos de mis coetáneos ya están pariendo como primates), pero aún podría ver a la luminosa generación que alcance ese hito.

Es paradójico, pero es que no veo otro camino. De hecho, las sociedades a medida que avanzan en tecnología, cultura, progreso, sofisticación... es decir, en civilización, reducen su reproducción drásticamente, incluso por debajo del índice de reemplazo de las generaciones (menos de 2 hijos por pareja). Normal. De hecho, es posible que la razón por la que seamos la única especie racional del planeta, sea la extinción voluntaria de las que alcanzan ese grado de superioridad.

Si el progreso se resume como un avance hacia la felicidad de los individuos, ¿acaso su mayor triunfo no sería acabar con la mayor de las taras para conseguirla? ¿es que lo lógico no sería librarnos todos del terrible castigo que supone dedicar la propia vida a la de otros? ¿es que no sería de biennacidos agradecer el inmenso don de la propia vida aprovechándola al máximo sin cadenas autoimpuestas? Y sobre todo ¡es que es una cerdada! ¡¡los padres les limpian el culo a los hijos!! ¡¡¡qué asco!!! y además les aguantan vómitos, eructos, escupitajos, meadas... ¿pero qué imbécil puede creerse que tener descendencia compensa eso? ¿qué clase de deficiente puede imaginar que es feliz desempeñando ese papel? ¿qué tipo de humanoide defectuoso puede creer que eso es otra cosa que la degradación más lamentable y su completa humillación como individuo? ¡¿Es que no saben ser felices por sí mismos?!

Es que es inmoral, diablos. Es impresentable que alguien acabe dedicando su vida, una vida única y exclusiva, a un régimen de esclavitud de facto, en pro de quien, a fin de cuentas, no es más que un perfecto desconocido del que no sabe ni qué tipo de persona es o será, pero cuya insaciabilidad, modales y parasitismo pintan realmente mal. Tener hijos debería ser ilegal, directamente.

Yo, como mínimo, pediría una moratoria de unos 10 años sin nacimientos en todo el mundo para estudiarlo seriamente. Y si después de ese tiempo la respuesta es que hay que procrear, impondría una extensión de la moratoria por otros 10 años para volver a pensarlo bien.

Es que coño, al final los críos no sólo estorban a los inconscientes de sus padres...

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