lunes, 16 de junio de 2008

Piensan que balamos...


Sí, indefectiblemente piensan que somos rebaño. Me explico: Llego a ver la Eurocopa y el primer día de estancia en Austria lo paso en Viena. En esa ciudad, los organizadores han montado varios recintos llenos de pantallas enormes, puestos de comida, de música, de recuerdos de la Eurocopa... Todo un circo para deleite de los sentidos de futboleros y gente en general que han llamado “Fan Zone”.
Bueno, pues fui a ver el partido de Portugal-Turquía en la Fan Zone más grande de todas, la del ayuntamiento. La zona está vallada y para entrar hay que pasar la entrada donde hay control de seguridad con cacheos y demás. Hasta ahí, entiendo que normal. Al tocarme a mí, me ven una cámara réflex (de aficionado nada más) y me dicen que no la puedo pasar. Explico que es por hobby y que la gente está pasando cámaras. Responden que son compactas, pero que una reflex no puede ser. Total, que tengo que dejar la cámara en una consigna y volver a entrar. De hecho, tenían una consigna exclusiva para cámaras.
No es para tanto ¿no? A fin de cuentas, es una estupidez más de los controles de seguridad y ya está. Pues no, no está.
Cuando voy curioseando Fan Zone adelante, me encuentro un gran montaje de una marca patrocinadora de todo el evento: CANON.
¡Muy bien, sí señor! ¿Quién es el pedazo de idiota que ha pensado en patrocinar un evento en el que no dejan utilizar tus productos? Hace falta ser o un incompetente o un cachondo, porque para más inri, recuerdo que sus últimas campañas publicitarias a nivel mundial son precisamente las de las reflex de aficionado: esas con un mensaje tan bonito y maravilloso que invita a vivir la vida canon, con tu maravillosa reflex digital de aficionado llevándola a todos lados y sacando fotos como un japonés ¡y patrocinan lugares donde no dejan entrar con ellas!
You can, Canon... ¡Pues no, no puedes!
Y ya está bien de que los departamentos de marketing tomen a todo el mundo por imbécil. Deberían ir espabilando.
Por cierto, la mía es una Nikon y, visto lo visto, a mucha honra.

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