
El coche de la imagen, pertenece a una de esas personas que viven por encima de todo el mundo. Seguramente sin haber hecho nada especial para disfrutar de ese estatus, más allá de ponerse a disfrutarlo sin más (lo que ya dice muchísimo de su inteligencia social). Como decía un profesor mío de la facultad, “las libertades no se piden, se toman”, y este fulano extiende el principio hasta... el coche por de pronto.
Bueno, el caso es que ese enorme carro, un brutal Audi Q7, rojo, repleto de cromados y llamativo como él solo, es un habitual de las aceras de la zona Retiro-Narváez, pero no un uno cualquiera. Al coche en cuestión, sin buscarlo, lo habré visto durante estos meses, así a bote pronto, unas 30 veces. Y de esas 30 veces, nunca, jamás, ni por asomo, lo he visto bien aparcado. Pero no sólo yo, porque tras comentar el caso con 3 amigos que viven también por la zona, todos se han fijado y ninguno lo ha visto nunca bien aparcado.
Desde en medio del “Giro Bus” donde lo fotografié de madrugada hace dos noches (esa que pueden ustedes ver), hasta sobre línea amarilla, en parada de taxis, montado sobre las esquinas de los cruces, en los pasos de cebra, en doble fila... el catálogo de situaciones es inimaginable. Es posible que haya inventado nuevas formas de aparcar ilegalmente el tío crack.
Una vez, nos paramos un amigo y yo y nos quedamos perplejos: el coche estaba aparcado en línea verde, dentro de la fila... ¡estaba bien! Hasta que caímos en que ¡estaba en dirección contraria! Y ya fijándonos bien, sin ticket de la hora, por supuesto (eran las 13:30 de un sábado). Casi nos engaña.
El tío llega todos los días a una zona complicada de aparcar, a las nueve y pico, cuando todo el mundo tiene que emplear más de media hora para encontrar hueco (con el bicho ese puede irse a dos horas, tranquilamente), y lo tira en donde se le ocurre. Ya está.
Será que el coche no es grande, será que no es llamativo, será que no se ve, será que el tío se esconde... porque el caso es que ¡jamás le hemos visto puesta una maldita multa!
Digo yo, ¿tanto coche para no tener plaza de garaje? ¿es el dueño de la empresa controladora de la Hora? ¿es el amo del mundo? ¿es primo de Obama...?
Por de pronto, es un campeón. Con todas las letras, con acento y todo. Esta postal en realidad es envidia pura y dura.
PD: Actualización de enero de 2011 - Después de todo este tiempo, sigo sin haberlo visto bien aparcado, pero sí he visto al propietario: Un sábado a las 12 de la mañana estaba arrancándolo de encima de un paso de cebra, pasó un coche de agentes de movilidad, le llamaron la atención y ¡los mandó a tomar por culo! El puto Sheriff.