Los académicos, en una modélica operación castigo, deciden no votar la película de Álex de la Iglesia por su giro copernicano en la polémica sobre la Ley Sinde. Hasta aquí nadie sorprendido ¿no?
Pero en un finísimo alarde de pudor (impropio de ellos, aquí ha habido mano oficial), deciden no votar a la otra favorita tampoco -la película de Icíar Bollaín- porque el remedio sería peor que la enfermedad: ¿humillamos públicamente a la peli del presi prointernautas, y enaltecemos ante toda España a su más que probable sucesora proministerio? Demasiado descarado...
¿A quién votar entonces?
Pues claro, a la tercera en liza, a la película revelación, a la que no molesta a nadie y por eso fue nominada a destajo (porque somos así de independientes todos) con idea de darle un par de ellos de consolación y punto... Sí, al típico descarte de todos los años.
¿Que no la ha visto ni Dios a pesar de llevar tiempo suficiente estrenada? Bueno, pero... ¿desde cuándo ha importado eso?
Y al que no le guste, pan negro.
3 comentarios:
Tu teoria conspiratoria me ha divertido, pero debo corregirte en un par de puntos.
Primero, los giros de 360º te dejan en la misma posición.
Segundo, ha sido una película muy taquillera (en Catalunya), enfoque humano de la tragedia de la pos-guerra. Te la recomiendo.
Me ha sorprendido que no lo unieras con las "otras teorías", que proponen una mano tranquilizadora con los catalanes para que callen y se sientan integrados, aunque supongo que ya seria otro post.
Saludos de un moderado.
Solucionado el giro (gracias), creo que los premios no son del público catalán, sino de la Academia de Cine de España.
Del resto, creo que nada de lo que dices desmiente lo que expongo.
Y sobre la otra teoría que propones, es posible que hubiera algo de ello: siempre han intentado eso y no se cansan de ver que no logran nada.
Saludos desde los extremos.
El post.. Está bien; la respuesta... De maestro!
Nabrazo desde el mismo "centro"
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