miércoles, 24 de febrero de 2010

El 23F: la clave secreta


Un día después de una efeméride que ha pasado totalmente desapercibida, me voy a animar a desvelar el mayor secreto sobre el golpe de estado, que explica su verdadero objetivo, su ocultación durante décadas ya, y el porqué de su fracaso.

Y todo se condensa en la fecha. ¿Quién cree que fue elegida al azar? ¿estamos tontos o qué? Si el 11S eran las dos torres gemelas con la serpiente del sionismo internacional y a la vez una disección del símbolo del dólar, ¿qué significa el 23F?

Bueno, pues muy sencillo: el 23F era una nueva concepción político-territorial del estado español.

- El 23 era el nuevo reparto del país, más acorde con una visión historicista de la Península Ibérica. Una refundación que incluía una lógica y racional expansión natural. Así, el nuevo país quedaría formado por:
Las 17 comunidades españolas actuales, más el Reino de León (León, Zamora y Salamanca) desgajado de Castilla, el Reino de Andalucía Oriental (Córdoba, Granada y Jaén) separado del resto de Andalucía Occidental y de Almería, que se integraría en el Reino de Murcia, las 3 nuevas comunidades autónomas portuguesas (tras la pertinente reunificación amistosa y concordada entre ambos países) del Norte y Centro, Lisboa y Tejo, y Alentejo y Algarve... y el nuevo Estado Asociado del Sahara (tras una nueva guerra contra esa repugnante dictadura marroquí).
Es decir, 23 estados.

- Y la "F". He aquí la razón de tanto secretismo en torno al golpe, de la cantidad de desinformación que hasta hoy mismo lo rodea y del fracaso del mismo.
La "F" era de Federal. Todo ese proceso de reorganización territorial no era posible sin transigir en formar con Portugal un estado federal, categoría que se extendería al resto de comunidades autónomas de España y, esta es la clave oculta, ¡republicano! Los portugueses no hubieran aceptado jamás un Borbón sobre sus cabezas. Al igual que los Saharauis, que repudiaban a un monarca que los traicionó con toda vileza o cobardía o indecisión o con todo ello a la vez.

Por eso salió su (de ellos) majestad a la palestra a salvar... ¿la democracia? No. Su trono antes que nada. Y lo consiguió por el fuerte componente monárquico de buena parte de la cúpula del ejército, que obedeció su orden sin chistar anteponiendo su monarquismo a su patriotismo, dejando sin soporte militar suficiente al golpe y condenándolo al fracaso.

La nueva República Ibérica Federal, tras las primeras elecciones de su historia y de la redacción de una Constitución Federal como Dios manda (y no la mierda que soportamos ahora), habría pedido el ingreso en la CEE desde una posición de fuerza, mucho más ventajosa para ambos estados y con unas perspectivas de estabilidad política y social mucho mayores que el descafeinado estado de las autonomías que, nuevamente, soportamos hoy.

Y esa es toda la verdad sobre el 23F.

Yo, personalmente, lamento muchísimo que fracasaran. Otra vez será...

martes, 23 de febrero de 2010

La gran paradoja de la Torre de la Verdad


Me voy a marcar una parábola, un ejemplo... una manera de explicar algo gráficamente que hace que algo complicado parezca sencillo cuando no lo es en absoluto. O sea que ya sabéis; sólo sirve para entretener y para dárselas de maestro shaolin, pero ni se os ocurra hacer maldito caso, que las enseñanzas orientales nunca acaban bien en occidente (véase el caso Jesulín y su "es como un toro").

Bueno, el caso es que ante una discusión del esquema "esto es así y no así", la verdad y la mentira son como una torre de pisos, pero de pisos infinitos, en la que los pares serían los de "sí", y los impares los de "no". O sea que se alternan eternamente. Es decir, que siempre habrá un argumento superior, más complejo y mejor definido que desmentirá lo anteriormente dicho.

Por lo tanto... ¡Nunca se puede saber quién tiene razón!

Y aquí es cuando la repugnante ralea de pusilánimes que invade este planeta de mierda dirían que quizá deberíamos empezar a relativizar nuestras discusiones, nuestras opiniones... a escuchar al otro, a no creernos en la posesión de la verdad, alcanzar consensos y demás estupideces ¿no?

Pues no: lo que debemos hacer es todo lo contrario. Hay que despreciar absolutamente todo argumento que nos contradiga porque ¡tenemos un 50% de posibilidades de tener la razón absoluta! ¿O vas a renunciar a ella, idiota?

Así que hay que quedarse con la que más nos guste. Y punto.

Y aquí viene la moraleja del Gran Maestro Ninja: "Tú no tenel que buscal la sabidulía, perqueño escalabajo, lo que tenel que hacel es aplopialte de tu veldad y destlozal a los que quelel allebatáltela."

Toda la filosofía mundial desde que el hombre es hombre intentando encontrar La Verdad... y resulta que es así de sencilla: "Pa chulo, mi pirulo".

lunes, 22 de febrero de 2010

Neutralidad de la Red, o la muerte de internet


Lo voy a explicar crudamente: Las telefónicas a las que te abonas para tener internet en tu casa quieren filtrar tu acceso a todas las direcciones web del mundo. Se trata de que, o las webs pagan por llegar a tu casa, o se les ralentiza la carga o se las elimina directamente.

Si lo consiguen, internet se convertirá en algo parecido a la televisión: estará el canal de telefónica, el de vodafone, el de orange... cada uno con la selección de webs que a ellos les dé la gana y a los que tú tendrás que abonarte. Es decir: que en lugar de tenerlo todo por menos dinero, tendrás que pagar más (mucho más) por tener sólo su "programación" (eso sí, a más velocidad).
Más claramente aún: una censura económica (sólo en principio) de internet equivalente a la censura política China.

Obama ha asegurado que eso no sucederá jamás y ha promovido la protección total de la libertad de internet, es decir, de la "Neutralidad de la Red" (nombrecito poco claro y garrafalmente puesto, pero es el que hay) para salvaguardarla de la voracidad de esas macroempresas (muchas de ellas exmonopolios que apenas han dejado de serlo), evitar que el fabricante de un cable decida qué puedes ver en internet, y garantizar que internet siga siendo el mayor cauce de innovación, prosperidad y desarrollo que han conocido los tiempos.

Bueno, pues con la zanahoria de conseguir más velocidad de conexión (migajas de pan para hoy, muchísimo hambre para mañana), Miguel Sebastián, ministro de industria español, ha apoyado a las telefónicas en todo esto dando por hecho que este país está lleno de burros.
Pero además, desde la presidencia europea el Gobierno de España pretende que toda Europa haga lo mismo y empiece a poner fronteras y aranceles a la web, al contrario que USA. Así, la decadente y ninguneada Europa, cavará un poco más honda la tumba de su liderazgo mundial al precio de menos innovación, menos patentes, menos desarrollo, menos libertad...

Por suerte, en este debate no existen las medias tintas, así que debería ser fácil que la gente vea claramente lo que hay: no hay más que elegir entre una Neutralidad de la Red absoluta, o ver cómo internet se convierte en algo tan decadente y controlado como la vetusta televisión.

Adjunto un vídeo de unos dos minutos muy explicativo y recomendable (vía http://www.adnstream.com/video/JaFrWilVir/Neutralidad-de-la-red):




PD: Ni que decir tiene que el acceso a blogs o webs como éste que atacasen a esas telefónicas, tendrían los días contados.

jueves, 18 de febrero de 2010

La receta definitiva


Vamos con algo incómodo: el suicidio. Muchas veces se habla del tema y casi siempre se acaba en una tangente: Los suicidas frustrados. Los que fallan. Los que fracasan en su vida hasta cuando sólo tienen que quitarse de en medio.
Y una reflexión más que común es la de que "los que no lo consiguen es que realmente no quieren hacerlo".

Bueno, pues el otro día a raíz de una conversación más o menos así, recordé una noticia de sucesos que en su día me impresionó, leída hace más de una década en un periódico nacional. Era sobre un suicida. Sobre uno contumaz y con las ideas muy claritas. Resumiendo, este fue su método:

Se atiborró de pastillas, se cortó las venas, se metió en una bañera llena de agua caliente, sujetó con una mano un secador encendido sobre el agua y se pegó un tiro en la boca con la otra. Todo en menos de 3 minutos.

¿El resultado? Digamos que se quitó cuatro vidas de una vez.

Es que quien quiere, puede. Lo que me asombra es que no se le ocurriese emplear toda esa porfía en salir del agujero en el que estuviese metido en lugar de utilizarla para matarse.

Habría tenido más éxito. Seguro.

miércoles, 17 de febrero de 2010

El Canon de Alierta...


Que el canon de la SGAE, basado en el principio "pagas por si acaso alguien piratea con los CDs que fabricas", es un atentado contra el derecho a la presunción de inocencia, un abuso de poder y un trato de favor desvergonzado, era bien sabido ya.
Pero lo que no era fácil de sospechar es que traería estos malolientes lodos:

Resulta que va el fantasmón de Alierta, presidente de Timofónica, agarra el espíritu del canon de la SGAE y suelta: "Si Google llega a los consumidores a través de mis cables, entonces yo puedo cobrarle a Google por el viaje".
Es decir, ¡lo aplica exactamente al revés! Y siguiendo a Alierta resulta que podríamos hundir a la SGAE endosándole su propia medicina y haciendo que los fabricantes de televisores le cobren un canon a la SGAE porque las películas de sus "artistas" se ven a través de sus pantallas. Genialidad ¿no?

Más bien gilipollez, porque ya se ha puesto mil veces el ejemplo de un hipotético canon a los fabricantes de cuchillos para indemnizar a los futuros asesinados por arma blanca y despropósitos parecidos. Y ya que estamos, quiero aprovechar para citar una genialidad leída en un blog (http://halondisparado.com/?p=3345) que decía algo así como que los políticos deberían pagar un canon de unos 15 días de cárcel anuales para prevenir las futuras condenas por corrupción que tarde o temprano les van a caer...

Pero si el canon de la SGAE ya está trillado, la nueva puerta abierta por el "Canon Alierta" abre muchas más posibilidades. Imaginemos que la gente empezara a buscar cánones que recetarle a su repulsiva empresa:

- Canon de Google a Timofónica por conectar a sus clientes al buscador.
- Canon del resto de webs, blogs, medios online, etc. por el mismo concepto a Timofónica.
- Canon de los fabricantes de ordenadores por permitir usar en sus aparatos la línea de ADSL de Timofónica.
- Canon de los medios de comunicación a Timofónica por reproducir las ignorantes declaraciones de su presidente.
- Canon de los fabricantes de televisores por meter en sus aparatos la señal de tv por internet de Timofónica. El Imagino ese.
- Canon de los madrileños a Timofónica por tener que meterse en la retina su maldita tienda cada vez que pasean por Gran Vía.
- Canon de todos los españoles a Timofónica por usar con alevosía la lengua oficial del estado en sus comunicaciones publicitarias.
- Canon de todos los creadores de software libre (java, php...) a Timofónica por usarlo en sus anuncios y aplicaciones en internet.
- Canon de Orange, Jazztel, ONO y demás por servir en sus líneas de internet la página corporativa de Timofónica.
- Canon de Google a Timofónica por cada resultado ofrecido al buscar esa estúpida empresa en su buscador.
- ...

Y no nos paremos ahí. El señor Alierta tiene una penetración que merece una aplicación global: Metámosle un canon a todo lo que podamos, ya veréis que país más divertido construimos... Venga ministro, no se limite a apoyarlo, promueva un nuevo proteccionismo económico ¡Que vuelvan los aranceles, las aduanas y todo a lo bestia!

No hay huevos.

Es que para dejar en evidencia a un imbécil sólo hay que hacer una cosa: darle la razón.


PD: Por cierto, si los españoles le cobrásemos a Timofónica un canon por todo lo que nos robó durante décadas sólo con las vueltas que se quedaban las cabinas del monopolio, probablemente tendría que vender su puto chiringo ¿no?

martes, 16 de febrero de 2010

Encefashiograma plano


Botas de goma, de agua, katiuskas... Dícese del calzado que se obliga a llevar a los niños que se meten en charcos, o que llevan profesionales (pescadores, mariscadores, agricultores, ganaderos, obreros...) obligados por tristes circunstancias húmedas, sucias o ambas a la vez.

Es un calzado pesado, incómodo a lo largo de las horas, nada transpirable, rígido... Extremo y radical en su concepción y que sólo existe porque, en las condiciones para las que fue ideado, sólo no tenerlo sería más penoso que llevarlo.

Hasta ahí todo bien ¿no? Nada que no supiéramos desde siempre. Bueno, pues acerquémonos hasta la sorprendente actualidad:

Principios del Siglo XXI. Aún no tenemos coches voladores, pero sí un par de espabilados que le han puesto unas hebillas laterales decorativas, inamovibles e inútiles a unas botas de goma, y se han dedicado a vendérselas a precio de zapatos de fiesta a todas las bobas de todo el primer mundo. Luego además les han puesto colorines, diseños retro y todas las historias esperables... Y han conseguido que todas esas tontitas vayan casi ex profeso a por sus botas de goma hasta Londres (capital mundial de la horterada de todos los tiempos).

¿Favorecen? No. ¿Son cómodas? Tampoco. ¿Son saludables? Lo contrario. ¿Valen lo que cuestan? Ni de coña. ¿Se venden como churros? Sí.

Todo porque una modelo las usó una vez. En una ocasión en la que sí, repito: sí, tenía sentido usarlas porque se iba al campo a embarrarse en un día de lluvia. Y van las urbanitas, ven a Kate Moss, ¡y se compran las botas para pasearse por Serrano!

Que alguien con más de media neurona me lo explique, por favor.